Wednesday, January 12, 2011

Orgullo Colombiano


Cuando viajamos o migramos de Colombia, nos convertimos de una u otra forma en embajadores de nuestro país,  contagiando cada vez a más personas ajenas a nuestra cultura, de esa esencia colombiana que nos hace únicos.
Nacimos y crecimos en un país privilegiado, lo cual hace que nos llenemos de orgullo, valorando las maravillas y ventajas que tenemos los colombianos por haber nacido y crecido en este país.

Cuando me refiero a un país privilegiado, hablo de un lugar que nos sorprende con su diversidad de climas y paisajes, sus diversos dialectos y costumbres que generación tras generación nos han marcado a medida que vamos creciendo, haciéndonos únicos,  especiales,  más humanos y sensibles a lo que pasa a nuestro alrededor.

Nos destacamos por ser muy unidos y tener esa necesidad de estar rodeados por quienes realmente nos quieren y han estado con nosotros en todas las etapas de la vida. Por esto, el círculo familiar para nosotros juega un papel muy importante en nuestras vidas.  No hay nada más rico que una reunión familiar o un paseo con nuestros seres queridos y entre más grande sea ese círculo, mejor. Tal vez por esto siempre buscamos celebrar cada triunfo de cada integrante para organizar esas tardes amenas y cálidas con la abuela, el tío, el primo y hasta el perro.

Estando lejos,  buscamos tener una familia, y tratamos de relacionarnos con otros colombianos.  Tanto, que nos alegramos cada vez que oímos a un paisa, costeño, caleño o rolo, y tratamos de entablar una conversación.  Tenemos una necesidad de buscar gente y ayudar al colombiano que lo necesita.  No somos tan ajenos a lo que le pueda pasar a otro paisano, así sólo hablemos por un rato o estemos con esa persona en un corto tiempo.  Llega a ser una compañía temporal que agrada, valoramos y en cierta forma agradecemos.

En mi experiencia personal, he vivido estos cambios y tengo la necesidad de estar en contacto con las personas que me acompañaron durante toda mi vida y los últimos años. Es por esto que a pesar de tener todas las aplicaciones que gracias a Internet nos facilitan esa comunicación, desde hace unos meses cuento con un servicio que me ayuda no sólo a hablar con mi familia y amigos más cercanos, sino también con aquellos quienes no manejan un computador o no tienen Internet como por ejemplo mi abuelita y algunos tíos, quienes tan sólo marcando un número fijo desde cualquier teléfono, se comunican conmigo.  El Teléfono Rojo ha sido una gran ayuda para no perder ese contacto cercano con mis raíces y esa identidad de la que siento tanto orgullo.

Laura Olmos

No comments:

Post a Comment